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En tu reino celestial
te alaben hoy madre mía.
Y nosotros en la tierra
la Pureza de María.
Tronos y dominaciones
su música tocarían,
para que se regocije
la Pureza de María.
La luna y el sol están
haciéndole compañía.
Para más iluminar,
la Pureza de María.
Antes que rompiera el alba
ya el lucero esclarecía,
pues es más bella que el sol
la Pureza de María.
Que sólo por ver su manto
todo el mundo esclarecía
con su hermoso resplandor
la Pureza de María.
Angeles y serafines
con muchísima alegría
repiten que es santa, santa
la Pureza de María.
En una nube se advierten
las maravillas que hacía
en favor de sus devotos
la Pureza de María.
Para tener buen amparo
y que nos sirva de guía
A la hora de nuestra muerte
la Pureza de María.
Canten en nombre de Dios
sin cesar de noche y día
todo el orbe en general
La Pureza de María.
De aquel sacerdote santo
que en el sueño predecía
bendita sea tu Pureza
Sacratísima María.
En Salvatierra se vió
en aquel dichoso día
que estampada se quedó
la Pureza de María.
Santa Rita en su convento
a las monjitas decía:
No olvidemos un momento
la Pureza de María,
Cielos, Angeles y Santos
repitan con armonía
que es más bella que la luna
la Pureza de María.
En fin el mismo Señor
en dulce voz nos envía
diciendo que sea alabada
la Pureza de María.
Muera el dragón infernal
y también su idolatría,
y que viva para siempre
la Pureza de María.