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Vamos pastorcita levanta tu voz,
convida a tus hijos servir a Dios.
El padre te elige por Hija dichosa
el Verbo Divino por Madre amorosa.
El Divino Espíritu con voz misteriosa
te ensalza y recibe por su amada esposa.
Divina Pastora tú eres nuestro encante
llévame, Señora, al Santuario Santo.
Aquí están tus hijos divina María
siguiendo tus pasos con mucha alegría.
Aquí están tus hijos divina pastora
siguiendo tus pasos. Cuídanos señora.
Tú sola eres linda, tú sola agraciada,
tú sola discreta reina inmaculada.
¡A Sacra Pastora si aquí tu belleza
mis ojos dichosos mirar merecieran!
Muéstrame pastora, divina y suprema,
de tan hermosura un rayo siquiera.
Eres el refugio que en esta carrera
tiene el pecador para su defensa.
En el sacro imperio donde hermosa reinas
allí te veremos sin tasa y sin mengua.
Mi vida te entrego mi ser y potencias
pues eres mi reina, gobiernalo todo.
Encanto de mi alma mi pecho te aprecia
mi lengua te alaba mi voz te confiesa.
Angélicas tropas salid al encuentro
que a ver hoy nos viene la madre del Verbo.
¿Quién es la que baja desde el alto cielo?
la Virgen María a darnos consuelo.
Oh Esther soberana tened compasión,
Amparo y refugio sed del pecador.
Haz que eternamente te alabe en el cielo,
eres nuestra Madre y Madre del Verbo.
Si mi gracia pides a tu hijo mi Dios
¿qué pueda negar a tu dulce voz?