Origen: Católico
Autor/Compositor: Juan Cristóbal Beytía
Silencioso pasas,
cargando tu cruz,
tu cruz que no es tuya,
sino mía.
Descalzo sobre el polvo
de tu querida tierra,
que hoy te condena
por amar a cualquiera.
Pasas entre la gente,
sin reprocharles nada,
y miras silencioso
que el camino se alarga.
Con los hombros hinchados
por llevar el madero,
un madero cargado
de pecados del pueblo.
Aquel sacrificio
en que culmina tu vida
de treinta y tres cortos años,
largamente sufrida.
Treinta y tres años de vida,
hondo predicador,
de tan noble Evangelio
y tan noble misión,
pa’ estos palos naciste,
pa’ salvar hombres como yo,
débiles peregrinos
que no entonan canción.
Tú te mueres tantas veces
en mi calle y mi nación,
y hoy, loco de amor,
mueres de forma atroz.
Tú no tenías cruz,
buscaste las mías
y por mucho que caigas,
sin embargo caminas.
Seguiré tus pasos,
amigo Jesús,
al final y locura,
locura de cruz.
Gracias, Señor, gracias,
por cargar con tu cruz,
tu cruz que no es tuya,
sino mía